Los deslizamientos de tierra fueron causados por fuertes lluvias que provocaron el derrumbe de las laderas de las montañas, destruyendo las zonas de abajo. El desastre fue uno de los más mortíferos en la historia de Kerala, con informes de más de 336 muertos, 397 heridos y 78 personas desaparecidas.
En las 48 horas previas a la mañana del 30 de julio, la región de Mundakkai, en el distrito de Wayanad, en Kerala, registró una asombrosa cantidad de lluvia de 572 mm. Como resultado, las laderas se derrumbaron, lo que provocó un torrente de barro, agua y rocas. Al menos 250 personas murieron en el deslizamiento de tierra.
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